Miles de evacuados por incendio en planta nuclear; 288 muertos por sismo




Japón sufrió hoy el peor terremoto jamás registrado en el archipiélago, de magnitud 8,9, seguido de potentes réplicas y de un tsunami de 10 metros de altura que dejaron centenares de muertos y desaparecidos y desencadenaron alertas de maremoto en todo el Pacífico.

El sismo se produjo a las 14h46 (05h46 GMT), a 24,4 km de profundidad y a una centena de kilómetros de las costas de la prefectura de Miyagi y a 380 km al norte de Tokio, según datos del Instituto de Geofísica de Estados Unidos (USGS). Fue seguido de potentes réplicas, una de ellas de magnitud 7,9.

Por lo menos 288 personas murieron y 349 fueron declaradas desaparecidas, según el último parte policial.

Entre 200 y 300 cadáveres de personas que probablemente murieron ahogadas por el tsunami fueron hallados en la costa de la ciudad de Sendai (noreste), de la prefectura de Miyagi, informaron medios nipones.

En esa misma zona, las autoridades dieron parte de la desaparición de un tren de pasajeros y señalaron que un barco fue arrastrado por el tsunami, sin otras precisiones.

Una gran explosión se produjo en un complejo petroquímico de Sendai.

Las autoridades de Fukushima, también en el noreste, ordenaron la evacuación de unas 2.000 personas que residen cerca de una planta nuclear.

La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) indicó en Viena que cuatro centrales nucleares cercanas a la región más golpeada habían sido "apagadas" y se encontraban "en seguridad", y que de acuerdo con los reportes recibidos desde Tokio no se había detectado ninguna fuga radiactiva.

Un incendio se había declarado en el edificio donde se encuentra una turbina de la central nuclear de Onagawa, pero el fuego ya "fue apagado", agregó la AIEA.

Las autoridades japonesas pidieron el auxilio de las fuerzas estadounidenses estacionadas en el archipiélago para paliar los efectos del sismo y el tsunami.

Los países del Pacífico, desde Filipinas hasta Perú y Chile, pasando por las Hawai y Honduras, lanzaron alertas de tsunami.

En Filipinas e Indonesia sólo se produjeron pequeños oleajes, pero en las islas Midway el mar se levantó un metro y medio.

Las primeras olas llegaron poco antes de las 13H30 GMT a Hawai, cuyas zonas costeras ya habían sido evacuadas.

Se espera que el tsunami llegue a México a las 16H45 GMT, y que en las nueve horas siguientes sus efectos se hagan sentir a lo largo de toda la costa centroamericana y sudamericana hasta Arica (arribo previsto a las 02H44 GMT del sábado) y Puerto Williams (06h00 GMT), en el extremo sur chileno.

En Tokio, los edificios temblaron durante dos minutos después del sismo y la mayoría de los habitantes se precipitaron a las calles, mientras se desencadenaban una decena de incendios.

Un gigantesco incendio se produjo en una refinería de la ciudad de Iichihara, en la región de la capital.

Imágenes televisivas captadas desde un helicóptero mostraron buques de carga, automóviles y toneladas de materiales de todo tipo arrastrados por una gigantesca marea de agua pardusca estrellándose contra las costas.

También mostraron torrentes de lodo desbordando el cauce del río Natori y destruyendo campos en la zona de Sendai.

"La sacudida fue tan fuerte que teníamos que agarrarnos de lo que podíamos para no caernos", contó un funcionario de Kurihara, una ciudad duramente golpeada por el sismo, en la prefectura de Kurihara.

El sismo provocó una caída de la Bolsa de Tokio y depreció la cotización del yen frente al dólar.

Las compañías de seguros y las reaseguradoras de todo el mundo sintieron el impacto del sismo.

Los precios del petróleo también caían, debido a que Japón es uno de los principales consumidores mundiales de crudo.

En la apertura del mercado neoyorquino, el barril de referencia perdía 3,05 dólares a 99,65 dólares.

Japón se halla en el llamado "cinturón de fuego del Pacífico", una zona de actividad volcánica sobre placas de la corteza terrestre que se hunden a gran velocidad geológica (varios centímetros por año) en otras placas, un fenómeno que acumula enormes tensiones que deben liberarse en forma de sismos.

Tokio está situada en uno de los puntos más peligrosos de ese cinturón, sobre la intersección de tres placas (la Euroasiática, la del Pacífico y la del Mar de Filipinas).

El Gran terremoto de Kanto (en la isla japonesa de Hanshu), en 1923, dejó unos 140.000 muertos, gran parte de ellos en los incendios que se desataron tras el temblor. La misma región había sido golpeada por un fuerte sismo en 1855.

En 1995, un terremoto mató a 6.400 personas en Kobe.

AFP
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