El “cash” no se remunera



Los indicadores macroeconómicos que hemos ido conociendo durante el periodo estival confirman que la economía mundial está saliendo de la recesión. A pesar de ello debemos observar todavía una mejora en las cifras de empleo y consumo para pensar realmente que estamos en el buen camino.


Llegados a este punto donde parece que podemos haber iniciado el viaje de la recuperación, la economía podría seguir dando sorpresas positivas durante algún trimestre adicional, y los mercados financieros (salvo el oro) están cotizando esta ansiada recuperación económica en “V”.

Y el caso de las bolsas es paradigmático. Siguen su frenética carrera alcista. Numerosos indicadores (sobrecompra, exceso de optimismo, valoración ajustada...) invitan a pensar en una corrección de cierto calibre. Pero las largas posiciones de liquidez que mantienen los gestores en sus carteras propician que cualquier mínimo retroceso bursátil sea la excusa perfecta para entrar en mercado, y ciertamente de momento el mercado acompaña.

El principal problema que manejan los gestores es la ausencia de remuneración del “cash”. Con el miedo a la deflación diluyéndose, las expectativas de tipos de interés bajos por un largo periodo de tiempo, y ningún atisbo de inflación en el horizonte (si no hacemos caso a la cotización del oro), mantener posiciones en liquidez es desperdiciar recursos que pueden y deben ser invertidos de manera más eficiente, y la única alternativa actual que plantean los mercados de capitales es la bolsa.

Honestamente la única excusa para estar en bolsa actualmente es creerse que estamos en una espectacular recuperación económica (y creo que vamos a volver a tener sustos de los buenos tras estos meses de tregua financiera), o simplemente por inercia, sumándonos a la masa que sigue la tendencia sin analizar mucho más allá. A raíz de esta “inercia” todavía estoy perplejo al leerme un informe de recomendación de compra de General Electric por parte de JP Morgan. Lean con atención las principales razones que esgrime su analista para comprar acciones de esta compañía (les prometo que es serio):
1. El ¡ADORMECIMIENTO! de los inversores. (Total, si están ciegos y compran lo que sea)
2. La posibilidad de que haya alguna noticia buena ya que este valor se ha quedado retrasado respecto al mercado. (Normal, si está en quiebra técnica, lo raro es que no valga cero).

Sí, eso es todo, no busquen argumentos de valoración ni nada por el estilo. ¡Qué miedo da leer informes de este tipo!
Yo lo tengo muy claro, toda esta euforia desmedida no apunta a nada bueno en lo que a evolución bursátil se refiere, pero ya saben que “el casino es soberano” por lo que “hagan juego señores”.


De aquí a final de año, salvo sorpresón mayúsculo en forma de quiebra bancaria o evento geopolítico inesperado (terrorismo, guerra), todo apunta a un escenario parecido al actual, con bolsas en máximos, datos macro benignos, resultados empresariales sorprendiendo positivamente y dudas sobre la sostenibilidad de la recuperación económica, aunque recuperación al fin y al cabo.



GERÓNIMO

“Lo mejor que podemos hacer por otro no es sólo compartir con él nuestras riquezas, sino mostrarle las suyas.”
Benjamin Disraeli

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